El término Fotorrealismo, muchas veces confundido con “Hiperrealismo” o “Superrealismo”, fue acuñado como referencia a aquellos artistas cuyos trabajos dependían en gran medida  de las fotografías que replicaban en sus lienzos de manera tan precisa y detallada que parecía ser una copia exacta.

Este movimiento surgió en las ciudades de Estados Unidos en el año 1968, y su principal característica era crear imágenes en detalle, para lograr un nivel de representación lo más cercano a la realidad posible. Algo que, hasta ese momento, solo se podía apreciar de manera similar en el “Nuevo Realismo”.

 

John Baeder - The Magic Chef (1976)

John Baeder - The Magic Chef (1976)

 

En sí, el fotorrealismo rechaza las cualidades de la pintura convencional en las que las características propias de un artista se pueden apreciar con facilidad. Muy por el contrario, este estilo se esfuerza por crear obras que luzcan lo más parecidas a la fotografía que se está copiando, dejando al artista con menos libertades a la hora de crear, aunque no estaba completamente exenta de ellas.

Su gran complejidad visual, va acompañado del deseo a ser un arte emocionalmente neutral donde prima la idea de lo banal, característica que lo llevó en distintas ocasiones a ser comparado con el Pop Art, un estilo de arte que también surgió a la par en aquella época.

 

Audrey Flack - Marilyn (1977)

 

Lo anterior no se encuentra alejado de la realidad, ya que este último legitima la apropiación de iconografía popular de la cultura consumista para las producciones artísticas, así como el uso de métodos de pintura como la aerografía, mismo método utilizado por el fotorrealismo para crear con exactitud las imágenes.

 

Robert Bechtle - Bolinas Garage (1977)

Robert Bechtle - Bolinas Garage (1977)

 

Si bien, también compartió algunos elementos con corrientes de arte moderno mucho más antiguas, tales como la perspectiva, el espacio de composición aplanado y la manifestación física de un concepto, fue frecuentemente criticado, pues para muchos “traicionaba el modernismo”, dado que volvía a una representación directa de la realidad.

Hacia finales de los años 90s se observó un renovado interés en el arte del fotorrealismo, gracias a las nuevas tecnologías en forma de cámaras y equipamiento digital que ofrecían una mayor precisión y detalle.

 

Richard Estes, Jone's Diner, 1979, oil on canvas.

Richard Estes - Jone's Diner (1979)

 

Artistas como John Beader, Robert Bechtle, Charles Bell, Richard Estes y Audrey Flack, pintaban con precisión fotográfica, y a menudo, incluían aspectos técnicos en detalle como el reflejo de objetos sobre los vidrios de las vitrinas, o el juego con los efectos de la luz.

Alejandra Martinez