En platos, poleras, corbatas, calcetines y hasta en la fachada de edificios residenciales. “La gran ola de Kanagawa” se ha transformado hace rato en una de las obras de arte más icónicas del mundo. El grabado se encuentra en el MET de Nueva York (Museo Metropolitano de arte), aunque de momento no está en exhibición.

Parte de su popularidad radica en la modernidad de su técnica, el uso que el artista hace del color y las misteriosas formas en que la proporción de los elementos se entrelazan en sus 37 centímetros de ancho (x 25 cm. de altura).

La impresionante composición de Katsushika Hokusai fue realizada cuando él tenía 70 años de edad, y forma parte de la serie “Treinta y seis vistas del monte Fuji” (que de hecho son 46 xilografías) publicada alrededor de 1830 en Japón. De su legado e influencia en otros artistas, se sabe que este grabado en madera inspiró La Mer (El mar) de Debussy y Der Berg (La montaña) de Rilke. La descripción que el museo hace de la obra se resume así: “... Hokusai hábilmente jugó con la perspectiva para hacer que la montaña más grande de Japón pareciera un pequeño montículo triangular dentro del hueco de la cresta de la ola. El artista se hizo famoso por sus paisajes creados con una paleta de índigo y azul de Prusia que importó desde occidente”.

Edificios pintados con La gran ola de Kanagawa

 

Influyente para los impresionistas

La presentación en Europa de 'La gran ola' se produjo en la Exposición Universal de 1867 en París, y su impacto fue revolucionario. Motivó profundamente el movimiento impresionista francés, que a su vez dio forma al curso del modernismo europeo, el movimiento artístico y filosófico que definiría a principios del siglo XX.

En una carta a su hermano en 1888, Vincent Van Gogh comenta: "La gran ola de Hokusai te hace gritar (no sabía que uno pudiera ser tan aterrador con el azul y el verde"), pero en su caso con sus líneas, su dibujo? te dices a ti mismo: estas olas son garras, el barco está atrapado en ellas, puedes sentirlo".

El grabado, que hoy se puede encontrar para dar vida a cualquier espacio con solo colocar “Poster de la gran ola” o "Poster de la gran ola de Kanagawa" en Internet, también parece ser un prodigio de simetría simbólica. Varios estudios parecen confirmar que Hokusai usó la sección áurea y la sucesión de Fibonacci para organizar los elementos de la estampa de tal forma que, subconscientemente, el espectador sienta una irresistible atracción sobre la pintura. Curiosamente, de toda la serie creada por Hokusai, esta no fue la representación más popular en Japón. Este título le correspondió durante años a “Fuji Rojo”, debido a la reverencia espiritual hacia la sagrada montaña.

Según los expertos, no se trata de un tsunami "Es una imagen de una ola gigante, vagabunda o monstruo, una ola piramidal. Son olas que se generan por la superposición: la suma de muchas olas existentes, crestas sobre crestas".

Así, lo que Hokusai dibujó es un fenómeno natural, infundiendo a la imagen un dramatismo y una escala extraordinarios, y originando una de las mejores representaciones del poder del mar en la historia del arte.

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